Nutrición

Consejos para mejorar las defensas de los niños

Las vitaminas son fundamentales en la dieta de los niños

Con la llegada del invierno, los termómetros caen y el sistema inmunitario de los niños también. Así que es recomendable adoptar algunas medidas preventivas para que los más pequeños se mantengan sanos y sean menos susceptibles de sufrir dolencias en la estación más fría del año.

La prevención contra enfermedades incluye hábitos sociales, higiénicos y alimentarios. Yo me detendré en las orientaciones nutricionales que nos ayudarán a reforzar el sistema inmunitario de los niños.

HÁBITOS NUTRICIONALES QUE AYUDAN A NUESTRO SISTEMA INMUNITARIO

  • Sustituir la leche de vaca por leche de cabra u oveja. Los lácteos de caprinos contienen grasas saturadas (caprílico, capróico), que son beneficiosas a la salud, reforzando el sistema inmunitario, así como sus caseínas son menos alergénicas.
  • Añadir aceite de coco en alguna preparación diaria. Por ejemplo: untar bocadillos, hacer aves o pescados a la plancha, añadir en la preparación de bizcochos caseros, etc. El aceite de coco contiene ácido láurico, una grasa saturada muy beneficiosa que está contenida en la leche materna, aumentando las defensas del organismo.
  • Incluir shiitake en polvo en sopas, purés de verduras, pistos y salsas. El shiitake es una seta muy rica en vitamina D, que aumenta la inmunidad entre muchos otros beneficios.
  • Hacer uso de un probiótico, las cepas de lactobacillus son beneficiosas para promover una respuesta inmune favorable. Una buena alternativa es utilizar el kéfir.
  • Incluir prebióticos en la alimentación del niño. Son fibras no digeridas contenidas en los alimentos que ayudan a que crezca una flora bacteriana intestinal saludable, combatiendo posibles bacterias malas que pueden se instalar en el organismo. Ejemplo: ajo, cebolla, puerros, plátanos, espárragos, avena, legumbres, alcachofas, achicoria, etc.
  • Añadir preparaciones con huevos orgánicos de 3 a 4 veces a la semana. Ricos en proteínas de óptima asimilación, son fuente de vitaminas A, D, E, vitaminas B y minerales importantes para mantener una nutrición equilibrada y también son libres de transgénicos y medicamentos.
  • Hacer uso de Jalea Real y el Própolis (para niños a partir de los 3 años), vitamina C procedentes de frutas cítricas (naranja, pomelo, lima, kiwi, acerola) y de verduras verdes oscuras crudas. El proceso de cocción destruye la vitamina C de los alimentos.

Además de estos consejos para incorporar a nuestra dieta, recordad que también existen concentrados líquidos de extractos vegetales formulados especialmente para niños, que además de ser más fáciles de tomar, incluyen oligoelementos, vitaminas y extractos de plantas como acerola, equinácea, acelga, estrágalo y reishi. Se trata de una sinergia de ingredientes que contribuye al funcionamiento normal del sistema inmunitario del niño.

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