El dolor, la irritación, la sequedad o la tos son algunos de los síntomas más típicos que vuelven a salir a escena cuando llega el otoño y el frío se apodera de nuestro día a día. Sin embargo, no solo los agentes externos, como la polución o la humedad ambiental, perjudican el estado garganta, sino que muchos de nuestros -malos- hábitos también contribuyen a la aparición de este tipo de problemas que afectan directamente a nuestras vías respiratorias, a la voz y las cuerdas vocales:
- Consumo de irritantes como el alcohol o el tabaco.
- Uso forzado de la voz
- Abuso de bebidas frías
- Falta de protección ante el frío
¿Cómo podemos evitar y prevenir los problemas de garganta?
- Evitar el ruido ambiente
- No hablar por encima de nuestras posibilidades.
- Mantener una buena hidratación
- Dormir lo suficiente.
- Evitar gritos.
- No carraspear ni toser con fuerza.
- Hablar poco en caso de laringitis y acudir al especialista en el caso de una alteración de la voz que dure más de 15 días.
- Consume própolis para proteger tu garganta gracias a sus propiedades antisépticas, antivirales y antiinflamatorias.