Nutrición

Sabal: el remedio para la próstata más antiguo

Sabal: el remedio para la próstata más antiguo

El Sabal (Sabal palmetto) es una palmera originaria del Caribe y algunas zonas de Estados Unidos. Ya las poblaciones indias americanas usaban sus bayas como tónico-sedante y como antiinflamatorio de las vías urinarias. Los frutos de Sabal presentan un color oscuro y son los responsables de las propiedades de esta planta. Son ricos en ácidos grasos, concretamente en ácidos cáprico, caprílico, esteárico, palmítico y mirístico.

Diferentes estudios* demuestran que el Sabal puede resultar muy útil en el tratamiento de la hiperplasia prostática benigna (HPB). Ésta se produce debido a un crecimiento exagerado de la próstata a lo largo de los años (en lugar de irse reduciendo y atrofiando con la edad, como es habitual).  Llegando, incluso, a una hipertrofia.

El Sabal ayuda a inhibir la producción de dehidrotestosterona (una sustancia derivada de la testosterona, que estimula la reproducción de las células de la próstata). Por lo tanto, además de contribuir a que la próstata no crezca más, ayuda a regular el flujo urinario y reducir las frecuentes ganas de ir al baño. Esto facilita además la prevención de otras complicaciones como infecciones urinarias y problemas renales.

¿Cómo se consume el Sabal?

Tomado como suplemento tiene una buena tolerancia: las posibles reacciones adversas, efectos secundarios y alergias son muy bajas. El Sabal se suele consumir en forma de cápsulas o pastillas. En cualquier caso, es fundamental tener en cuenta la dosis de planta que ha sido incluida en cada unidad:

  • Muchos fabricantes introducen 320 mg de la planta pulverizada (de diferentes partes de la planta, que no contienen una cantidad fija de principios activos) mientras que otros introducen esa cantidad, o incluso mayor, de extracto seco (se han eliminado impurezas y otros compuestos no interesantes y extraído los principios activos, la llamada “fuerza de la planta”, en una dosis concreta y concentrada).
  • En el etiquetado podemos comprobar la proporción de planta que se ha usado para elaborar el extracto seco. Por ejemplo, si una cápsula es de 350 mg y en el envase se señala una proporción del 6:1, significa que se han utilizado 2.100 mg de planta para obtener 350 mg de extracto seco.
  • En cualquier caso, para que sea eficiente la toma de Sabal es necesario que al menos se aporten 157,5 mg por dosis diaria de ácidos grasos libres. La extracción del extracto seco permite controlar exactamente la dosis de ácidos grasos que ha sido incluida, independientemente de la cantidad de planta que se haya utilizado para ello.

Teniendo en cuenta estos aspectos un poco más técnicos podremos tener la seguridad de que estamos tomando la dosis adecuada y garantizando así que estamos ingiriendo los principios activos necesarios, en este caso ácidos grasos, para notar una mejoría y lograr nuestro objetivo.

Si has probado alguna vez preparados de Sabal te animamos a compartir con nosotros la experiencia y resultados obtenidos a través de nuestros comentarios.

Bibliografía

Estudios que recogen los beneficios del Sabal en el tratamiento del HPG, tanto deteniendo el crecimiento de la próstata como los síntomas relacionados con esta patología:

  1. Comhaire F, Mahmoud A. Preventing diseases of the prostate in the ederly using hormones and nutriceuticals. Aging Male. 2004 Jun;7(2):155-69)
  2. Marks LS, Partin AW, Epstein JI, et al. Effects of a saw palmetto herbal blend in men with sympthomatic benign prostatic hyperplasia. J Urol. 2000; 163:1451 – 1456
  3. Champault G, Patel JC, Bonnard AM. A double-blind trialof an extract of the plant Serenoa repens in benign prostatic hyperplasia. BrJ Clin Pharmacol. 1984;18:461 – 462).
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