Hábitos Saludables

Semillas de Pomelo, un antioxidante natural

El pomelo, también llamado toronja, es el fruto del árbol Citrus x paradisi cuyo origen se remonta al Caribe, hacia el siglo XVII. Gracias a sus propiedades, poco a poco su consumo (bien la fruta fresca, cocida o en zumos) se va extendiendo, habiéndose popularizado ya en México, Sudamérica y Estados Unidos.

El fruto, de cáscara gruesa a la vez que carnosa, es de color amarillo o rosáceo (de ahí que en ocasiones nos refiramos al Pomelo Rosa) y es muy aromático. Como ya adelantábamos en el post Semillas de Pomelo, el descubrimiento saludable, sus beneficios se descubrieron de forma casual,  tras comprobar su efecto como antimicrobiano natural en un jardín.

Diferentes estudios, entre ellos uno realizado por el Instituto Pasteur de París, avalan que la Semilla de Pomelo no solo es eficaz en la eliminación de virus y bacterias, sino que a la hora de combatir hongos y parásitos: se ha contrastado su eficacia en 800 cepas de diferentes virus y bacterias, así como en un centenar de hongos y numerosos parásitos.

Pero el aspecto más importante es que se ha comprobado que las Semillas de Pomelo no destruyen las bacterias beneficiosas del organismo, como sucede con los antibióticos convencionales, por lo que preservan la flora intestinal.

Las semillas de pomelo y los flavonoides

Se dice que el Pomelo refuerza nuestro sistema inmunitario. Analicemos un poco por qué. Las Semillas de Pomelo son ricas en Vitamina B1, C, E y P, también conocidos como flavonoides, que producen una acción sinérgica entre ellos, logrando potenciar sus propiedades.

  • La Vitamina B1 o tiamina cumple un rol fundamental en funciones metabólicas del organismo, desde la síntesis de hidratos de carbono hasta la transmisión de impulsos nerviosos de las neuronas. Ya que el organismo expulsa esta vitamina por el sudor, se está estudiando su uso como repelente de mosquitos.
  • La Vitamina C es un potente antioxidante, que facilita la absorción de otras vitaminas y minerales. Interviene también en numerosos procesos metabólicos, como por ejemplo la formación de colágeno de tejidos y huesos, motivo por el cual la EFSA (Agencia Europea de Seguridad Alimentaria) recomienda su uso. El rol de la Vitamina C es fundamental para combatir el envejecimiento celular.
  • La Vitamina E se encuentra en muchos alimentos, principalmente de origen vegetal (espinacas, brócoli, germen de trigo y levadura de cerveza). La EFSA avala que la Vitamina E contribuye a la protección de las células frente al daño oxidativo.
  • Vitamina P, flavonoides o bioflavonoides que, además de potenciar los efectos de la Vitamina C, también son antioxidantes por sí mismos, ayudando a nuestro organismo a protegerse de agentes externos. Se ha probado su efecto beneficioso en el tratamiento de la menopausia, hematomas, sangrado de encías, varices, hemorroides y fragilidad capilar. Actualmente se continúa investigando además su efecto sobre enfermedades vasculares degenerativas, hipertensión y artritis.

Otras fuentes naturales de flavonoides son el diente de león, la moringa, el té verde, el própolis y el tomillo. ¿Qué tienen entonces de especial los bioflavonoides de las semillas de Pomelo? Que entre ellos podemos encontrar hesperidina, un estimulante natural del sistema inmunitario.

Si os animáis a probar algún complemento alimenticio elaborado con Pomelo, fijaos en el porcentaje de flavonoides/bioflavonoides que figura en el etiquetado o, en su defecto, que se haya elaborado con extracto de semilla de pomelo y no con zumo de pomelo, ya que la formulación es más eficaz. Esto es debido a las pepitas (y partes blancas del fruto) contienen 10 veces más cantidad de flavonoides que en el jugo.

Bibliografía

  1. Weininger and Briggs. Bioflavonoids. Modern Nutrition in Health and Disease, Les & Febiger. Philadelphia, USA, 1978.
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