Nutrición

Cinco nutrientes esenciales durante el embarazo

Cinco nutrientes esenciales durante el embarazo

¿En qué puede influir la alimentación materna en la salud de su futuro hijo?

  1. Los estudios afirman que una mala alimentación de la madre durante el embarazo predispone al feto a padecer enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2 a lo largo de su vida.
  2. Contribuye a la correcta formación de la piel y otras membranas, así como al desarrollo de sus órganos y aparatos.
  3. Influye en el correcto funcionamiento del sistema inmunitario.
  4. Permite una buena formación del sistema nervioso central del bebé.
  5. Disminuye el riesgo de dar a luz bebés con menos coeficiente intelectual
  6. Influye en el crecimiento del bebé dentro del útero
  7. Una buena alimentación disminuye el índice de mortalidad infantil perinatal.

5 nutrientes esenciales durante el embarazo

  • La fibra: Se aconseja que las embarazadas consuman 28 gramos de fibra al día, ya que ayudará a prevenir el estreñimiento, presente en un cuarto de las embarazadas. Recomendamos tomar más alimentos de origen vegetal poco procesados como frutas, hortalizas, legumbres, frutos secos y cereales integrales.
  • Ácido fólico. Las necesidades de ésta vitamina aumentan en el embarazo ya que contribuye al crecimiento del tejido maternal y previene los defectos del tubo neural; los dos más comunes son la espina bífida (la columna vertebral del feto no termina de cerrarse lo que puede generar parálisis de las piernas entre otros síntomas) y anencefalía (gran parte del cerebro no se desarrolla). Las principales fuentes de folato son los alimentos de origen vegetal como las hortalizas de hojas verdes oscuras (espinacas), guisantes y otras legumbres, así como en los frutos secos (nueces almendras, avellanas).
El consejo científico internacional también recomienda consumir a diario (bajo supervisión médica) un suplemento que contenga 400 microgramos de ácido fólico durante un mes antes y hasta tres meses después de la concepción ya que se ha demostrado que reduce la proporción de defectos del tubo neural en al menos tres cuartas partes.
  • Yodo: Esencial para el desarrollo del cerebro del feto, entre otras funciones. Las consecuencias de su deficiencia tanto en embarazo como en lactancia son graves, por tanto, el ministerio de sanidad en 2014 sugería la suplementación con yoduro potásico (200 microgramos/día) en las mujeres que no alcanzan las recomendaciones de yodo con su alimentación (3 raciones de leche y derivados lácteos y 2 gramos de sal yodada). Por otro lado, el consumo de algas debe ser excepcional ya que suelen contener muchísimo yodo.
  • Hierro: Su principal función en el organismo es formar parte de la hemoglobina, que transporta oxígeno a las células. Los glóbulos rojos de la madre requieren hierro adicional, ya que el volúmen de éstos aumenta durante la gestación y porque se necesita para la formación del feto y de la placenta. Su deficiencia se asocia con partos prematuros, bajo peso al nacer y aumento de la mortalidad.
Conviene seguir una dieta saludable para evitar la anemia, pero si ya está presente en la gestante, está justificado el suplemento de hierro bajo supervisión médica. Algunas fuentes naturales de hierro son los frutos secos (pistachos, nueces, almendras), las legumbres (lentejas, garbanzos), algunas verduras como las espinacas, los berberechos, etc
  • Vitamina B12: La deficiencia de ésta vitamina en las embarazadas puede provocar defectos en el tubo neural del feto. Aunque los requerimientos de B12 son más elevados en ésta etapa, con la alimentación normal de la madre y las reservas en el hígado suele ser suficiente para evitar dichos problemas. La suplementación estaría indicada en embarazadas con dieta vegetariana.

11 tips de alimentación e higiene alimentaria:

  1. La higiene de nuestras manos es fundamental, así como manterer alejada la basura y los animales lejos de los alimentos para evitar posibles contaminaciones.
  2. Vigilar que los alimentos que vayamos a consumir hayan sido correctamente manipulados. No tomar leche cruda para evitar contaminación por ciertos microorganismos que pueda contener. Las carnes, pescados y mariscos debemos comprarlos refrigerados o congelados. Lavar los huevos justo en el momento de antes de utilizarlos.
  3. Para conservar los alimentos ya cocinados, debemos mantenerlos a temperaturas superiores a 60ºC o a -7ºC, nunca a temperatura ambiente-
  4. Cocinar los alimentos hasta alcanzar en el centro del producto una temperatura superior a 70ºC para asegurarnos la eliminación de los microorganismos.
  5. Es importante que no exista contacto entre alimentos crudos y alimentos cocinados para evitar contaminaciones cruzadas.
  6. Utilizar siempre tanto para cocinar como para beber agua potable.
  7. Los quesos blandos, frescos o azules no se deben comer a menos que ponga en su etiqueta que han sido pasteurizados.
  8. Evitar patés, debido a la Listeria Monocytogenes y el consumo de hígado por su excesiva cantidad de vitamina A.
  9. Evitar el contacto con la arena de los gatos en caso de tener mascota (toxoplasmosis) o de los roedores.
  10. No consumir alimentos elaborados con carnes crudas ni embutidos si no se han congelado antes.
  11. En cuanto al pescado, evitar consumir los peces grandes debido a su contenido de mercurio (pez espada, tiburón, lucio, atún rojo, atún enlatado…)
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