Hábitos Saludables, Nutrición

¿La Vitamina D es importante? No, lo siguiente

La alimentación y el sol son fuentes de Vitamina D

Las vitaminas son imprescindibles en nuestro organismo para mantener las funciones vitales. El  cuerpo no consigue producirlas (al menos en las cantidades necesarias) y por eso tenemos que consumirlas a través de los alimentos.

La Vitamina D pertenece a un grupo de vitaminas solubles en grasas, siendo las formas principales la D2 (ergocalciferol), encontrada en los vegetales y la D3 (colecalciferol), derivada fuentes animales y de la luz solar.

Pero la Vitamina D proveniente de la alimentación apenas cubre un 10% de ingesta diaria recomendada, por lo que es sintetizada en mayor cantidad por el cuerpo a través del contacto de la piel con los rayos UV-B. Ya en nuestro organismo, la Vitamina D necesita convertirse en una forma activa, la cual produce el efecto de una hormona, involucrada en el sistema endocrino.

Actualmente, los niveles de insuficiencia o deficiencia de Vitamina D, (25-hidroxivitamina D), constituye una “epidemia” en todo el mundo, que afecta a más de la mitad de su población [1,2], reportado en niños, jóvenes, adultos, mujeres después de la menopausia, personas mayores y, sobre todo, en aquellos con fracturas debido a la osteoporosis, donde la prevalencia de niveles bajos de Vitamina D, alcanza el 100% [2]. En cuanto a estudios realizados en España, por edades:

  • En un estudio realizado en España en población ambulatoria mayor de 64 años sin factores de riesgo conocidos de déficit o carencia de vitaminas, la prevalencia de hipovitaminosis D, fue del 87% [3]
  • En otro estudio, el 61% de estudiantes universitarios jóvenes y sanos de Canarias presentaban déficit (niveles de 25(OH)D <30ng/ml) y 32% insuficiencia de Vitamina D (25 (OH)D <20ng/ml) [4]. La información disponible confirma que hay insuficiencia, e incluso una carencia, de esta vitamina en la población española en todas las edades estudiadas y en ambos sexos, similar a la que en todo el mundo, incluso en regiones muy soleadas [5,6]

Si bien las personas mayores son más susceptibles a sufrir déficit de Vitamina D, comprobamos que no solo hemos de tener en cuenta la edad, sino también otros factores.

Personas más susceptibles a sufrir un déficit de Vitamina D

  • Personas mayores
  • Personas con sobrepeso
  • Personas de raza negra
  • Diabéticos
  • Mujeres embarazadas
  • Personas institucionalizadas, encamadas, etc

Papel de la Vitamina D y consecuencias de su déficit

A continuación, veremos por qué tener bajos niveles de Vitamina D puede ser tan perjudicial para la salud.

  • La Vitamina D es un regulador de la absorción intestinal de calcio y fosfato, manteniendo la integridad de la masa ósea. Tener bajos niveles de Vitamina D aumenta el riesgo de sufrir osteoporosis, artritis, artrosis.
  • Ejerce un papel fundamental en el sistema inmunitario. Estudios también muestran una correlación inversa entre altos niveles de Vitamina D y el riesgo de desarrollar diversos tipos de cáncer [7].
  • El déficit de Vitamina D puede provocar reblandecimiento de los huesos (osteomalacia)  en adultos y deformidades esqueléticas (raquitismo) en los niños.
  • Niveles deficientes de Vitamina D podría afectar el metabolismode la glucosa y causar una intolerancia a la glucosa y una resistencia a la insulina [8]. También  incluye un aumento en la prevalencia de la hipertensión, enfermedad coronaria cardíaca, insuficiencia cardíaca y accidentes cerebrovasculares [9].
  • La Vitamina D también es esencial para las embarazadas. Bajos niveles de Vitamina D en suero pueden estar asociados con la diabetes mellitus gestacional, preeclampsia, y vaginosis bacteriana.
  • El estatus bajo de la Vitamina D puede preceder o contribuir a la disfunción cognitiva con la edad [10], aumentando el riesgo de enfermedades como el Alzheimer y el Parkinson.
  • De otra parte, también el calcio es esencial para la función reproductiva masculina, especialmente para la espermatogénesis y la motilidad espermática [11]. Debido a que el metabolismo del calcio es regulado en buena parte por la Vitamina D, esta podría influenciar la síntesis de las hormonas sexuales masculinas. A su vez, la testosterona juega un papel importante en el mantenimiento de la masa muscular, el estado emocional, la producción de glóbulos rojos, la salud ósea y la función sexual [12].

Fuentes de Vitamina D

Según la Bedca (Base de Datos Española de Composición de Alimentos), estos son las cantidades de Vitamina D por cada 100g de alimento:

  • Aceite de hígado de pescado (bacalao) – 210 ug
  • Seta Shiitake – 20,52 ug
  • Salmón salvaje – 8 ug
  • Atún – 4ug
  • Sardinas – 8 ug
  • Caballa – 4ug
  • Hígado de cerdo – 2,2ug
  • Huevo entero – 1,7 ug

El salmón y otros pescados grasos de piscifactoría tienen niveles despreciables de Vitamina D (y Omega 3), es recomendable consumir pescados procedentes de entornos naturales.

En cuanto al Sol como fuente de Vitamina D: 10 a 15 minutos de exposición tres veces a la semana son suficientes para producir los requerimientos corporales de esta vitamina. Es necesario que el sol dé sobre la piel de la cara, los brazos, la espalda o las piernas (sin protector solar).

Como recomendación final, todos deberíamos hacer analíticas al menos una vez al año para verificar los niveles de 25 hidroxivitamina D (25(OH)D). Es el mejor indicador del estado global de la vitamina D ya que refleja el total de Vitamina D obtenida tanto de la ingesta, como de la exposición solar, y de la conversión de los depósitos adiposos hepáticos. Cuenta con un especialista, médico y un nutricionista titulado en caso de que estés fuera de los límites de la normalidad.

Mejor prevenir que remediar, ¡siempre!

Bibliografía

  1. Rosen CJ, Adams JS, Bikle DD, Negro DM, Demay MB, Manson JE, et al.Los efectos de la vitamina D no esqueléticos: una declaración científica Sociedad de Endocrinología. Endocr Rev 2012; 33: 456-92
  2. Holick MF.Alta prevalencia de insuficiencia de vitamina D y las consecuencias para la salud. Mayo Clin Proc 2006,81: 353-73
  3. Vaqueiro M, Baré M, Anton A, Andreu E, Moya A, Sampere R, et al. Hipovitaminosis D asociada a exposición solar insuficiente en la población mayor de 64 años. Med Clin (Barc). 2007;129(8):287-91
  4. González-Padilla E, Soria López A, González-Rodríguez E, García-Santana S, Mirallave-Pescador A, Groba Marco M, et al. Elevada prevalencia de hipovitaminosis D en los estudiantes de medicina de Gran Canaria, Islas Canarias (España). Endocrinol Nutr. 2011;58(6):267-73
  5. Van Schoor NM, Labios P. En todo el mundo el estado de vitamina D.Mejor Pract Res Clin Endocrinol Metab 2011; 25: 671-80
  6. Binkley N, Novotny R, Krueger D, Kawahara T, Daida YG, Lensmeyer G, et al.Estado de la vitamina D baja a pesar de la exposición al sol abundante. J Clin Endocrinol Metab 2007; 92: 2130-5
  7. Deeb KK, Trump DL, Johnson CS. Vitamin D signalling pathways in cancer: potential for anticancer therapeutics. Nature Reviews Cancer. 2007;7 (9):684-700
  8. Chiu KC, Chu A, Go VL, Saad MF. Hypovitaminosis D is associated with insulin resistance and β cell dysfunction. Am J Clin Nutr. 2004;79 (5):820-825
  9. Anderson JL, May HT, Horne BD, et al. Relation of vitamin D deficiency to cardiovascular risk factors, disease status, and incident events in a general healthcare population. Am J Cardiol. 2010;106(7):963-968
  10. Kalueff AV, Tuohimaa P. Neurosteroid hormone vitamin D and its utility in clinical nutrition. Curr Opin Clin Nutr Metab Care. 2007;10 (1):12-19
  11. Blomberg Jensen M. et al. Vitamin D is positively associated with sperm motility and increases intracellular calcium in human spermatozoa. Hum Reprod. 2011; 26:1307-1317
  12. Khaw K. T. et al. Endogenous testosterone and mortality due to all causes, cardiovascular disease, and cancer in men: European prospective investigation into cancer in Norfolk (EPIC-Norfolk) Prospective Population Study. 2007; 116:2694-701
  13. Holick MF, Binkley NC, Bischoff-Ferrari HA, et al. Evaluation, treatment, and prevention of vitamin D deficiency: an Endocrine Society clinical practice guideline. J Clin Endocrinol Metab. 2011;96 (7):1911-1930
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